martes, noviembre 24, 2009

Cuando ya no queda otro remedio...








 Sonetos de perfecta geometría, versos como espinas y letras de canciones “desamóricas”. Esa es la escritura del autor. Y mucho más, por supuesto.
Con el verso refinado y la palabra licuada a vueltas de hoja, con el peso del diccionario “realacadémico” como pauta a las espaldas, escribe sincero únicamente cuando no le queda otro remedio. Desgraciadamente. Con un puñado de poemas declaradores de intenciones y otro puñado de ripios en verso al mundo que nos toca, pasa la vida viviendo de esas rentas.
Sin embargo, a veces se marea cuando falta pluma y papel, cuando la “energía poética” se apodera de él y se harta de tragarse el vómito. Cuando ya no queda otro remedio que desgarrar el papel a cintarazos, y cuando el alma pide prosa pero sólo necesita poesía. Que es cuando el parte meteorológico sólo anuncia lluvias, cuando todas las calles se llaman melancolía, cuando quien tiene que sonreír no lo hace y nadie sabe por qué carajo, cuando hay elecciones o cuando hasta el más tonto con corbata desea vacilarte. Entonces, cuando sucede todo esto (que ya es bastante), vomita en forma de verso con el entrecejo fruncido, el alma desgarrada y la sinceridad de un solitario resabiado. Lo cierto es que, actualmente, escribe porque no le queda otro remedio. Ojala no le quedara nunca más remedio.



Jaime Cedillo (amigo, coetáneo,consejero y conspirador, todo en uno...)


 

1 comentarios:

Maikel Den Enkelte dijo...

Gracias Jaime por sus palabras... y por abrir fuego en este blog, que espero no sea sólo un refugio para mí, sino para todo aquel que lo desee, las puertas están abiertas, la creatividdad es libre y no tiene ataduras, y no seré yo el que se las ponga.

Espero vuestros comentarios y vuestros consejos, vuestras críticas, vuestra opinión, etc...

Publicar un comentario