jueves, enero 19, 2012

Frío Diciembre


Diciembre significa muchas cosas. 
Luces de colores, música por la calle, papel de regalo brillante. 
En mi caso significa frío. 


No esa clase de frío que te hace temblar y soplarte en las manos para calentarlas. 
No, es más bien ese frío que nace dentro de ti. Un frío seco, implacable. 


El frío de un pasillo a oscuras. De un salón sin chimenea ni arbolitos, de una televisión en silencio, de una vida a solas. El frío de una culpa insoportable. 


Diciembre significa recordarte. Cuando logramos huir de nuestras patéticas vidas y decidimos crear la nuestra. Sí, fue una vida breve. Menos de 48 horas. Pero fue nuestra. 


Diciembre fue hermoso y soleado, sus bares y restaurantes siempre tenían mesa libre y los hostales disponían de suite presidencial. Los autobuses llegaban a su hora, limpios y eficaces. No había casa vacía con pasillos a oscuras. Había un hogar cálido bajo las sábanas de cualquier parte. En tu pecho nunca fue Diciembre. Nunca pusimos guirnaldas ni nos cambiamos regalos. Nuestra Navidad fue breve y sólo nos llevamos lágrimas en la garganta. 


Desde entonces, hace frío.